20 ago 2015

"No es difícil enamorarse de una puta" parte 1

El buen papamio es un chico recatado, de buenos modos y buenos tratos. Sin embargo, en ocasiones la hormona se desvive y exige sus alegrías, sus agarrones y exhaltaciones.

Esta es la historia de un amor furtivo, de una caricia rentada y de un tremendo paquetazo de 21 cm de largo. Es la historia de Jean Paul.



Resultose que el Papamio salió con su chico que ríe en busca de aventuras. Estuvimos en Zona Rosa buscando placeres culposos, espectáculo y buenas bebidas. La parada de tradición exigía ir a un lugar donde papamio perdió la inocencia ocular al ver un show de LiveSex, el lugar era El Almacen.

Llegamos al antro/bar con la esperanza de que ya estuviera la locura, Sin embargo, ocurre que de unos meses a la fecha el lugar cambió. Ha dejado de ser ese lugar de pecado, de encuentros señoriales, de ejecutivos adultos maduros que van en busqueda de goce, para ser un lugar de godinez mayores que bailan al ritmo de la jotería katey perry del momento.

Preguntamos por El Almacén, pues ahí en ese sótano era donde las cosas se ponían interesantes, solo para saber que ya lo habían vendido.  No más. El Taller estaba acabado.

Salimos con un dejo de molestia, pero con la esperanza en alto.

Nuestra siguiente parada, en lo que decidíamos si ir o no a "Tom's Leather", llegamos a "Nichos", un antro especial para Osos, Gordos, Cazadores y Diversos que tiene la bondad de ser personas libres, má sabiertas que las jotillas apretadas de cualquier otro lugar "poser".

Efectivamente, nos trataron bien y la cerveza y música estuvieron coquetas. Pero Papamio quería más. No le bastaba ver uno que otro oso sin playera, queríamos perversión, queríamos algo que nos sorprendiera.

Tras una vista rápida a los celulares, al preguntar y al movernos, parecía que todo se iba a acabar. Ya no existían lugares así en la Ciudad de México. Había uno llamado "La Casita", iríamos, pero más tarde ya que aparentemente las perversiones ocurrían hasta muy en la madrugada.

Así fue como tras deambular en zona rosa llegamos a un sitio.

Su nombre BB. Hace algunos años Papamio lo había visitado con su joteril amigo "la twinka". Era un antro interesante, con 3 pistillas de baile y muchachos sin playera. Pensé que podría ser una buena decisión para entrar.

Un sujeto de acento argentino, rubios cabellos, cuerpo duro y sonrisa interesada nos abordó. Nos invitó a conocer el sitio. 

Mencionó que el lugar había cambiado, no era lo mismo que hace un año. "Les gustará" dijo él.  Nos gustó.

Entrando, tras cubrir el cover y revisión de ley,  dos hombres musculosos, con unos pantalones jeans apretados apretados, nos dieron la bienvenida.

Era un pasillo largo, estrecho con una inclinación hacia abajo. Al fondo era un escenario con un sujeto musculoso que se despojaba de las ropas al lado de un dj que nadie percibía.

Además de los clientes, existían unos 10 hombres guapos, ejercitados, de buen ver y de miradas coquetas... cada uno más guapo que el anterior. Para toods gustos, desde la twinkilla pasiva hasta el macho soldado mexicano. No pasaron ni unos 5 minutos en los que uno de ellos se me acercó. "Hola papi, qué pasa?" 

Era un sujeto hermoso. Musculoso y viril, de anchas espaldas y unos brazos que te hacían gritar "dame un putazo y tratame como perra". Quedé fascinado y me derretí.

Me dijo que él estaba "para lo que necesitara" que me divirtiera y que en un momento más vendría conmigo.

El chico que ríe notó mi risa de colegiala, pero no podía reclamara nada, a él también lo habían abordado.

Noté quién se le acercó, y desde ahí, cual esteta empedernido y frase de Paolo y Francesca en la divina comedia "desde ese momento, mis ojos no leyeron más".

Ahí estaba... Jean Paul, el sujeto de ensueño que me haría la noche.

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20 jul 2015

=P


La jotilla de la gasonila

Estaba el buen papamio dispuesto a pasar una noche de copas tranquila, hablando de literatura, de joterías, y de los chismes de la vida.

A bordo de su carrito, nuestro héroe fue a cargar gasolina. Al llegar a al estación, pensaba en todas esas historias de los vulkanologos y de mecánicos que se cojen jotillas. El amigo Locutor, uno de esos jotillos amigo dle papamio, fanático de los twinkillos y chacales, me contó que un día vio a un técnico que reparaba carros que estaba en sus palabras "bien buenote, apenas para darte una cogidota" y que intentó seducirlo, solo para darse cuenta que su actitud era más seria que una llanta ponchada. Pero bueno, de vuelta a la historia.

Papamio pidió lleno el tanque y mientras revisaba su celular, notó a uno de los despachadores de gasolina.  Guapillo, ojo pispireto, alto, actitud jotilla en ambiente de macho... pero santisima marica, que se agacha, y papamio nota un trasero tan maaaarcado, tan agarrable, tan apachurrable y, siendo sinceros, tan cogible.

No sé si su trasero era de tal en-vergadura, quizá el uniforme de despachador lo acentuaba. Pero era una escena digna de porno gay mexicano entre chakas. El uniforme/overol tan sucio, tan de trabajo, encerraba un traserillo cogible. Papamio se distrajo tanto en esta escena, que tardó en notar que el jotillo lo vio.

¡Chas! Papamio al descubierto. Te vieron de nuevo sabroseandote a alguien. Pues ni qué darle, a ser firme, discreto, desinteresado.

Pero no funcionó. La jotilla se emocionó y comenzó un juego de sonrisas. La suya por saberse notado, la mia por lo funesto, por el miedo y la timidez digna del papamio sobrio.


El tanque se llenó, yo pagué a mi despachador y arranqué el auto. Solo alcanzé a ver por el retrovisor la mirada pispireta de la jotilla, quien levantaba una mano para decirme adiós.

Quizá agradeció que me sabroseara su trasero en aquel ambiente de gasolina, de machos y de historias jotas esporádicas.

13 jul 2015

Términos sexuales

Les comparto algunos de los términos sexuales que cada vez se utilizan más en el español.

El artículo completo se encuentra   en ESTE enlace de ElPais


 Blowjob
Entre algunas nuevas camadas de jóvenes se está estandarizando este término para hablar de felación, por aquello de que muchos creen que es mejor utilizar vocablos anglosajones.

El buen papamio considera que es simpático utilizar el término, aunque cuando anda uno discutiendolo con los amigos o que anda en el ambiente "sucio", es mejor decir "unas mamadas".


 Gonzo
Este es el término españolao para decir "POV", point of view, ya saben, cuando uno sujeta la cámara.

Influenciado por el porno amateur, es un género que intenta posicionar al espectador directamente en la escena mediante la colocación estratégica de la cámara.

 Lub
Sin saber muy bien porqué, al lubricante de toda la vida ahora se le está llamando lub.

 Barebacking
Sexo sin condón. En México muy bonito y naco se le llama "A Pelo".    Término extraído del lenguaje ecuestre, que significa montar a caballo sin silla. Y eso es precisamente lo que se atribuye a las escenas donde se ve esta arriesgada práctica.  


 Swallow
‘Tragar’ es el significado de esta palabra en inglés, y se utiliza también para clasificar aquellas escenas en las que el actor o la actriz termina haciendo eso precisamente: tragar.


Bukkake
Un extendido y popular género pornográfico: una serie de hombres se turnan para eyacular sobre una persona. Hay quien piensa que a partir de ocho participantes ya es bukkake.  El escritor Chuck Palahniuk dinamitó todas las métricas en su novela Snuff, donde una actriz porno en decadencia se lo hace con 600 hombres.


Petting
Para el "castellano" es "magreo". Es decir, caricias, meteduras de mano, frotamientos...
OJO creo yo no se debe confundir con "el morreo, cachondeo o fajamiento" …
Viene del término pet, que significa mascota, y alude a los gestos íntimos de nuestros animales de compañía sobre nuestras rodillas (no confundir con la zoofilia).

 
 Gang bang
Lo que antes se llamaba orgía, ahora tiene nombre de onomatopeya de dibujos animados. Consiste en mantener relaciones sexuales con tres o más personas y por turnos o al mismo tiempo. El número de participantes es indefinido.

Fisting
Muy popularizado sobre todo en el porno gay, cada vez se practica más en el sexo heterosexual. Consiste en la introducción del puño en el ano o en la vagina. Es una práctica de riesgo y requiere extremada precuación, guantes y mucho, mucho lubricante.

 Gloryhole
Es un término que viene del mundo de la ingeniería y ya es en sí un género pornográfico. Los glory hole son los aliviaderos de las presas hidráulicas y también los agujeros de la tierra que surgen alrededor de una mina. En el sexo, es un agujero en la pared donde introducir el pene para que alguien al otro lado realice una felación.

 Fingering
Modalidad de masturbación compartida en la que la pareja introduce uno o varios dedos, generalmente en la vagina. Al término ‘finger’ (dedo) se le añade la terminación verbal ‘ing’ para subrayar que se acompaña de movimiento de la falange.


¿Conocen algunos más? 

9 jul 2015

El buen Juanga

Con motivo de las recientes borracheras donde, por necedad mía, sonaba a todo dar un popurrí de Juanga, vino a mi recuerdo esta columna sobre cómo, sin afirmarlo o negarlo, Juanga se ha convertido en un símbolo para la jotería mexicana.

Reproduzco un fragmento de:

"Juan Gabriel es un sello popular del país, como Elton John para Inglaterra o Liberace para Estados Unidos. (...) En un país de machitos, Juan Gabriel le dio vuelta a la tortilla con talento, constancia y generosidad para brindar lo mejor de é en conciertos, presentaciones en televisión y discos. Si lo que se ve no se juzga, ancazamos en la democracia sobre lo gay con un intérprete y compositor que se impuso con su personalidad."

El articulo completo se encuentra en el siguiente enlace:
http://www.milenio.com/firmas/braulio_peralta/Juangagay_18_541325903.html


El periodismo necesita inversión. Comparte este artículo utilizando los íconos que aparecen en la página. La reproducción de este contenido sin autorización previa está prohibida.
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3 jul 2015

El gobierno mata jotos.

Hace unas semanas el buen Papamio, obedeciendo a sus responsabilidades joteriles, acudió a realizarse sus pruebas médicas de vih y ETS. Todo bien como siempre. 
Esa visita hizo que de buena forma el Papamio le recomendara a otros amigos que hicieran lo mismo. Uno de ellos, el Susodicho, que quizá recordarán de mis historias de hace un par de años, me dijo que aprovecharía para ir a "El Chopo" en la ciudad de México para realizarse la prueba de VIH.

Acudió con su actual pareja, dicen que el trato fue amable y sencillo, sin complicaciones. Que incluso los resultados son entregados con apoyo de un psicólogo, quien aconseja y guía.

La historia pues es que el Susodicho estaba feliz de haberse realizado la prueba. Lo comentó con uno de sus mejores amigos y con la pareja de éste.

Ahí es donde valió madre.

Me habla el Susodicho todo desesperado, que quería saber mi opinión. Que al parecer el chavo ese le dijo que cómo se le ocurría andar haciendose las pruebas en una instancia de gobierno. Que estaba loco, que "eso no se hace".

Le dijo que en El Chopo los atienden mal y que sus pruebas no son para nada confiables, "para qué vas, si ahí van a quemarte, todos de ahí se dicen quienes son jotos y quienes no".

Y esa nof ue la declaración que más me espantó, sino la siguiente:  "Es que de seguro ahí te inyectan quien sabe que cosas, lo hacen para pasarte el virus. Es que el gobierno mata jotos"


Es cierto que en México mucha gente mienta madres del gobierno y que es más fáicl confiar en que el puto de la esquina es virgen a que el gobierno te juegue limpio, pero una declaración tan sacada de pedo, como que el gobierno mata jotos pues... no sé, me saca de onda.

Me parece que es el mismo argumento que utilizan, sobretodo mujeres, que por pudor, verguenza, poca educación sexual o íntima, desconfia de ir con el médico a revisarse, porque "quien sabe qué te hacen". Es un argumento que a mi parecer está ligado con la falta de recursos económicos y educativos.

Así el joto que desconfia de ir a un laboratorio y que saquen sangre para un análisis pues seguramente en la jeringa va el herpes y el sida y hay que operarte de urgencia y la madre...

Aunque bueno, de acuerdo a lo que me dijo un amigo que le hace a esas ondas de la psicología, la respuesta del chavo era adecuada, pues "tiene miedo por no habrse hecho la prueba y tiene que desacreditar al joto limpio que salió bien librado".

Sea como sea, dudo que haya una agenda gubernamental de erradicación de jotos, siendo que la jotería mexicana se cuela hasta las más altas esferas de poder.

1 jun 2015

El Sueño con el bailarín.

Soñé que "intimaba" con un viejo conocido universitario.

El sueño, como muchos otros, comenzaba de manera extraña. Aparentemente tenía que manejar en un ambiente de lluvia y de noche. Lluvia torrencial, imposible de conducir. Derrapaba y a punto de chocar. Sin embargo no podía demorarme, debía llegar rápido.

En algún momento aparecí en un departamento, al parecer la lluvia era tal que no podía seguir, así que iba a trasnochar ahí. El lugar era rentado por mi amigo 'el jotillo twinkero', junto con otros inquilinos... uno de ellos el sujeto de este relato.

El jotillo twinkero acababa de "despachar" a su pareja, habían tenido sexo mientras yo esperaba en la sala (aparentemente yo ya quería dormir) y me ví forzado a interacturar con los otros desconocidos, unas chicas y un sujeto.
En eso, que aparece el bailarín... era más alto de lo que recuerdo, ya ven que al joven papamio le encantan los chaparritos, pero eso sí... su cuerpo, ¡qué cuerpo!

Morenito, fuerte, alto y esbelto. Sus brazos más fuertes que nunca, sin estar exageradamente tonificados, se le notaba cierto músculo que se antojaba probar. Traía una sonrisa coqueta. El bailarín (llamado así tras haberlo practicado un tiempo en la universidad), es hetero... tan hetero que en alguna borrachera se metió con cierto amigo mío.

Y es que en el pasado, el bailarín era medio pesadillo, no sangrón, pero de humor distinto. Me atraía, porque tenía sonrisa linda y cuerpo rico, ideal para pasivear un rato. Aunque hetero, mi amigo que intimó borrachamente con él, me contó que al parecer usaba su flexibilidad en la cama: se le envolvía se contoneaba y hacía uso de los pies de forma extraña (un foot-fetish quizá).

Papamio llegó a fantasear con él en esas épocas universitarias, y secretamente envidaba a su amigo por haber metido mano antes que él.

Volviendo al sueño, recuerdo que el bailarín había dicho algo sobre tener pareja, una relación de años. Yo lo escuchaba, pero discretamente volteaba a ver su paquete. En el sueño, él vestía una playera sin manga y short oscuro, look basquetbolista pues.

Se desapareció un momento y regreso en toalla,. Justo se bañó, pensé. Me dijo directo... "vente".  Y así lo hice.

Entramos a su cuarto, todo blanco y de cama individual, beso, caricia y no me aguanté, me hinqué y le quité su toalla blanca, quería ver ya su miembro.
Sorpresa sorpresa, los rumores que me contó mi amigo eran ciertos. Yo le había dicho que era "totalmente erótico, de cuerpo cuasiperfecto y vida arreglada", mi amigo me dijo "no todo es lo que parece... tiene el pito chico y no coge". 
Pues era verdad. Lampiño totalmente (se rasuraba su área púbica), y su miembro corto y delgado estaba flácido flácido, ni una mamada papamiesca (que son muy buenas) logrababan levantarlo.
"¡Bah!" - pensé - "este wey no coge". Y en eso que el bailarín, que gozó con la mamada más no se erectó, se dio media vuelta y se puso cual pasiva desesperada.

Papamio! ¿Qué harás ahora? Tanto tiempo que deseaste mamar  y ahora él, frente a ti, no se erecta y espera ser cogido... pues eso hizo papamio, se lo dio.

Cogí rico, él se quejaba de dolor, pero no me importó, yo seguí en mi oficio feliz. En eso que recuerdo, "ay wey... pero este bato tiene novia... es hetero, cómo así que deseaba ser cogido... ¿será porque no sodomiza a su novia?" Cosas curiosas que uno piensa (aunque sea en sueño), me recordó a cunado el twinkero me contó que se dio a un negro de verga tremenda solo para darse cuenta (mientras el negro lo penetraba) que amaba a su novio, a aquel novio que justmaente engañaba con un afroamericano gringo vergón.

Me vine dentro y el bailarín dijo "ay viene mi novio" (¿¡¿¡a chinga novio?!?!)  Y pues valiendo madre, salí corriendo(magicamente estaba vestido de nuevo), y el sueño se convirtió en una especie de "el pueblo te está persiguiendo y papamio debe escapar usando poderes mágicos".


Aparentemente en el sueño, tras cogerte a alguien, adquieres los poderes mutantes que prefieras.

Cosa curiosa.

Éste es:



26 may 2015

Cuando seducen "Bears"

Su buen amigo Papamio! siempre ha sido un partidario de seguir aquello que te haga feliz, seguir tus gustos y demás... Creo que es algo genial cuando mis amigos defienden sus gustos por más "extraños" o "diferentes" que sean.

Llámese Otakus, Frikis, Chasers, Lumbersexuales, CholoLover... lo que sea en el ámbito que sea.

A madres poder convivir con un batillo friki chido y luego estar con la rojilla comunista que se hace su propia ropa, así como salir con los heteros "normales" que andan tras la morrilla en el antro. Todo es diversidad y suavidad (cuando es bien intencionada).

Ahí es cuando existe un problemilla... cuando la intención no es el gusto o la identidad, sino hacerse valer de eso para juzgar o peor aún, para lucrar.

Bueno, bueno, ya no quiero hacerle a la mamada y analizar los vaivenes sociales. Lo que sucede es que justamente vi un vid de un cantante gay del cual dedica una canción a los "Bear" a los Osos. Esa "sub-comunidad", cultura, subcultura, no sé que shingaos sea, pero de hombres tipo oso con sus variables claro, sean gordos, peludotes, masculinos, tatuados, beefies, quien sabe.

El punto es que el cantante guapo, masculino, marcado, dice que "ay los osos" y la mmda, se siente soñado entre ellos.

Pero solo en ese video.  Ya en los demás, sale acompañado de chavitos twinkies o los "típicos gays de gym". Como aseverando que "es el estandar gay".
O sea, "le dedico una canción a los osos, pero la neta la neta, no me gustan". Qué mamada. 


No sé si haya un estandar gay o no. Al menos en México, me quedo claro con una de las historias de la película "4 Lunas", que todas las jotillas se desvivían de amors por "el profesionista español" de barba, guapisimo y todo un hombre.  Hasta me tocó escuchar aquel que dijo "ojalá yo fuera la amante de ese wey, aunque me abandonara y me tratara mal"   como si el éxito joteril es que ese wey nos tocara y usara y... ya.

Pero no sé, quizá estoy pendejando musho y haciéndole a la baboseada.... la verdad es que he visto musho video jotillo americano y ya me saturé.


6 abr 2015

Qué sabes tú de la vida...

Así me lo dijo un sujeto: ¡Qué sabes tú de la vida Papamio, si nunca has sido asaltado por una vestida!

Y en efecto, yo nunca he sido asaltado por una, aunque si he sido agredido.

La verdad es que con las vestidas, uno no sabe ni qué onda. Dicen unos que son chidas, que son "todo un personaje teatral" porque quien más que ellas se atreve a andar por la vida así. Otros dicen que son agresivas,  de mala calaña y muy hostiles. Unos más, las ven con repudio y complejidad, pues difíciles como ellas solas.

Mi experiencia con ellas ha sido breve, sin embargo, debo admitir que a mi parecer las pocas que he conocido gozan de hostilidad, honestidad tajante y mamonería 'chingaquedito'.

El sujeto de la historia, el dientes chuecos, me relató su anécdota una noche primaveral cuando se encontraba en estado etílicamente inconveniente. Él, siendo un macho heterosexual, que se las da de muy cabronsito y muy 'entrale a los chingazos', le gusta lucir sus aventuras. Sin embargo, por su estilo fantoche y "todas las puedo", nadie se las cree.

En esa fiesta, él llegó en compañía de mi amigo (el hetero UberBear), ya cuando estaba borracho. Bromeamos sobre algunas ocasiones en que bebimos más de la cuenta y el dientes chueco tuvo que intervenir. Siendo mucho mayor que nosotros nos tachó de "chavos", porque no sabíamos de la vida, para entonces contar su historia.

Resulta que, una noche que se había peleado con su novia y habían terminado la relación, él se fue a beber desde temprano. Ya en la noche, entrando a un bar de mala muerte, se dijo que él era muy hombre como para llorar por una mujer, así que tenía que comprobar su machismo seduciendo a alguna chica del bar. Confiando en que su actitud y coquetería lo era todo (lo cual, joven lector no lo es), miraba de reojo a una señorita. A su saber, era una mujer de unos 30 y pico, casi 40, de cabello rubio teñido, alto tacón y ligeramente morenita. Ella lo miraba, y sonreía, el dientes chuecos pensó "de aquí soy".

Pronto y presuroso se acercó a ella, empezó la plática y ambos acordaron, sin más que unos minutos de conocerse, a ir allá atrás del bar para unos besos coquetos con su respectiva mamada.

Al salir, dice el dientes chuecos, que ya con la luz de la farola, la mujer no se veía tan mujer, sino con facciones un poco más toscas, el pelo más amarillento y la tez morena oscura. Sin embargo, él siendo fiel a sus tácticas de galán, y como macho mexicano dice "no es joto si yo no la pruebo. No es joto si solo es una mamada".

Así se aventuró. La mujer-que-no-es-mujer, le tocó la entrepierna y comenzó a tocarlo, pidiendole que cerrara los ojos por aquello del disfrute mayor. Así lo hizo.

BAM

El dientes chuecos cayó. Una herida en su sien izquierda (de la cual me enseñó cicatriz). Al parecer, cuando el dientes chuecos cerró los ojos en espera de la tan ansiosa mamada, la mamada que le haría olvidar a su novia, la mamada, primera, que le haría una vestida, en ese mismo momento, la vestida aprovechó para quitarse el tacón de aguja y con él, descalabrarloy tirarlo. Ya en el suelo, la vestida le quitó su celular y su cartera.

Pues sí... qué sabes tú de la vida si nunca te ha asaltado una vestida.

12 mar 2015

"El cazador" Videojuego Sexual

Hace muchos años Papamio! había descubierto que existían "videojuegos" sexuales. Más que eróticos, eran cómicos, de broma. Uno de ellos, no recuerdo bien su nombre, pero si su trama, le llamaremos "El cazador".

La trama del juego era muy simple. Un juego tipo 'flash', donde tu personaje caminaba entre la selva y sujetos desnudos (los cogedores) te apraparían. Para defenderte ustilizabas una escopeta y conforme pasabas de escena en escena, recolectabas vidas, municiones y puntos. Si te llegaban a atrapar, se escuchaba un gemido y tu personaje "era violado" por uno de los cogedores. Era un juego muy tonto.

Lo que me encantó del juego, fue cuando lo vi la primera vez.  Y es que, como bien saben, el Papamio! chico especial, tímido e imaginativo, tenía cierta "verguenza" de explorar internet por ese tipo de juegos e incluso porno. El juego, lo descubrí al lado del "verga blanca".

¿Quién era ese "verga blanca"? Era un muchacho, amigo de Papamio!, que me provocaba erecciones y muchos momentos de calentura y tensión sexual. Él es heterosexual, pero juntos platicabamos de escenarios sexuales "yo me cogía a tal chava", "que tal compañera la mamara". E incluso llegamos a platicar de dudas de hombre a decir: "cuánto te mide", "cuándo te masturbaste por primera vez", "cuántas veces al día", cosas así.

En alguna ocasión, jugamos "luchitas", a lo cual yo tenía tremenda erección y él se sonrió al notarlo, pues él también estaba empalmado. Ninguno de los dijo algo, pero para mi era suficiente para masturbarme pensando en esas ocasiones.

Volvamos al tema. 

Sucedió que un fin de semana yo me había a quedado a dormir con él, y por la noche estuvimos platicando y bromeando, lo cual nos llevó a hablar de sexo. Él dijo de broma que tenía un juego de violadores (yo me emocioné en secreto), fuimos a la computadora para jugarlo.

Estuvo divertido. Sin embargo en una ocasión que yo jugué, me puse nervioso, pues el verga blanca estaba a mi lado, nuestras piernas juntas, el calor de la noche y el sutil subtexto del sexo estaba presente. Por tal motivo, yo perdía muy rápido, a lo que él bromeaba diciendo "se me hace que pierdes a propósito... bien que te gusta que te den".

Yo reí diciendole "jaja ya quisieras wey", cuando en verdad pensaba "dame y dame fuerte".


10 mar 2015

Uno de los primeros BJ

Papamio! es un chico coquetón y flexible. En sus experiencias de vida, el joven Papamio! se ha enfrentado al amor, desamor, gustos, hormonas descontroladas, y como todos en un inicio, los fajes sin amor, los fajes sólo por experimentación y calentura.

Es algo curioso. Aunque en mis años de juventud y de jotería, de esas veces que la piel (y el miembro) se erotiza al más mínimo suspiro, yo no era como los demás. Mientras la mayoría se decía enamorado de tal o cual, aunque solo fueran las ganas de querer cochar, yo necesitaba ser honesto. Si decidía meterme con alguien, debía dejar en claro que era solo calentura, querencia o lo que fuera en el momento. No me gustaba que "se fueran con otra idea", aunque claro, eso no evitó que me gustara (con muy poco éxito) el camino de la coquetería y galantería.

Eso pasó una tarde de primavera.

Papamio!, habiendo descubierto el arte del internet, messenger y lo más importante, de cómo borrar el historial de exploración,  se dio a la tarea de buscar amor, querencia y desde luego, algo con que calmar la furia de su miembro.

En otras palabras, buscaba quien me diera una mmda suave suave y gustosa, sin que yo tuviera que ser reciproco. Y es que, a lo mejor a usté le parecerá extraño avispado lector, pero aunque joto joto, la verdad es que empecé siendo muy reacio a probarle el miembro a otro hombre.  Me gustaba ver y tocar, pero hasta ahí. Me parecía muy desagradable poner un pene en mi boca. Fuera como fuera, uncut, cut, negro, blanco, largo, corto, ancho... como fuese, a mi no me gustaba esa idea. Pero claro, bien eogiosta y gandalla, si quería profanar alguna boca deseosa.

Así pues. En esos días de primavera, conocí a un chico que se enamoró de mí.  Aunque con un par de diferencia (él era menor), tal parecía que él ya sabía como iba el rollo, yo siendo un jovenzuelo virginal y negado a toda joteria, desconocía cómo se hacia el rollo.

El sujeto, llamémosle el Láncelot (pues aunque de linda sonrisa, siendo moreno quemado, cara compungida, lentes gruesos y lentitud de movimientos me recordaba a una especie de tortuga), me platicaba por el messenger.  Habló sobre que ya había tenido un par de experiencias, una muy intensa pues fue con su tío, con el cual en cierta ocasión, se fue a dormir desnudo y sintió entre su trasero la presión de una irreverente verga (pues no se doblaba, no daba reverencia) y aunque no hubo penetración, era un jugueteo intenso de varias noches entre ellos, hasta que el tío siendo algo violento, le exigió que se la mamara, pues "ya vi que eres putito y te encanta".

En fin, el Láncelot, estaba "enamorado" de mi. Lo digo entre comillas porque en realidad no había enamoramiento, solo calentura, él quería intimar conmigo, estar desnudos y fajar. A mí, siendo primerizo, no me gustaba la idea de intimar con él. Era agradable sí, muy intenso (mucha demanda de cariño), pero no me erotizaba (su parecido a una tortuga me daba gracia).  Sin embargo, por el arte del coqueteo y del "estira y afloja" quedamos en que si alguna vez saliamos y estabamos solos, él "no aguantaría las ganas de abrazarme", o sea, de querer coger.


Yo le fui claro, le dije que no me gustaba de la misma forma, pero que "quizá como amigos", y así fue, hasta que quedamos en "ir a mi casa a ver películas".

Ya sabía a que iba eso. Él quería intimar, pero yo... yo no pretendía besarlo.

Pues así ocurrió.

Nos vimos a una distancia de mi casa y al llegar, le ofrecí algo de beber. Yo, fingiendo mis dotes de "Hombre de mundo" o de "Ladie's Man", tomé un poco de tequila. Él se negó, solo un vaso con agua. Y desde ahí empecé a "hacerlo menos", me ofendió que no bebiera conmigo.

Sin embargo, apenas nos sentamos a ver película (para ser honesto no recuerdo qué rayos vimos), él se abalanzó sobre mí, tomándome de la mano y acariciando mi pierna. Yo me dejé querer. Hubo un momento donde su mano se fue a mi entrepierna, yo no estaba muy seguro de querer llegar a eso, así que opté por cambiarme de posición, y él me aconsejó recostarme en sus piernas. Así lo hice.

Golpe, golpe, golpe.  Algo golpeaba mi cabeza... era su pene. Láncelot tenía semejante erección que no podía contener y yo, al estar recostado en sus piernas sentía cómo aquel grosor comenzaba a crecer hasta que lo tenía "golpeteandome" el cachete. Él, nada apretado, se rió un poco y con su mano me acarició mi miembro.

Ya valió.

Voltee a verlo sonriente, pues me daba mucha risa que su pene estuviera ahí, y él se inclinó para besarme. Él lo hizo de manera pronta y querendona, yo... yo no abri boca ni labios, besé "con un kiko", pues no me gustaba y él lo sabía. Me incorporé y él, sin decir más, bajó su pantalón y el mío. Comenzó entonces una tremenda mmda. Yo solo, para no ser "un bulto", lo acaricié un poco, pero en realidad estaba extasiado del trabajo que él cumplía con placer y prisa.

así estuvimos un buen rato. Me encantaría decir que fueron horas y horas, pues lo hacía excelente sin sonidos extraños, sin dientes, solo constancia, rapidez y alta succión, pero siendo una de mis primeras experiencias, sabía que el riesgo de acabar pronto era latente. Y en efecto, lo fue.

Tras algunos minutos (me parecieron algunos 6), yo estaba en pleno éxtasis y ni siquiera pude avisar. Pensé que él lo sabría pues aumentó la velocidad y yo, los gemidos. Entre respiración y goce, tensé mi cuerpo y sujeté con mi mano su cabeza, él no se quitó.  Terminé en su boca.

Yo seguía con la vista al cielo (pecador), mientras la película seguía su curso, él se incorporó y quiso besarme, yo le desvié la cara. Él comprendió. Se levantó para ir al baño. No sé cuanto tardó, si tragó, escupió o se masturbó; yo ya había terminado y no quería saber nada de él. Estaba en el placer post-manada y para ser honesto, quería dormir plácidamente, pero él estaba ahí.
Amablemente, lo invité a retirarse (desde que nos vimos le comenté que solo tendría libre un par de horas, anticipandome a lo que justo acababa de ocurrir), él lo aceptó.

Así fue la experiencia de uno de mis primeros encuentros orales. A Láncelot lo vi un par de veces más, para la misma dinámica, sin embargo todo terminó cuando me pasó una foto de él en un "tanga amarillo" incitandome a que la próxima vez lo penetrara, cosa que me pareció muy desagradable.

No me juzgue joven lector, que ya sabe que todos hemos tenido nuestra racha de virtudes, perversiones, galanterias o mamonerias. Y para mi, esta era una de las primeras mamadas que hacía (y que me hacían).

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4 mar 2015

Gays "Into the woods"

Acudí al cine.
Honestamente no me interesaba ver alguna película en especial, solo quería andar de cursi en el cine tomándole la mano al chico que se sentara a mi lado. Ya saben, algo así cursilón joteril.

Entré a ver "Into the woods".
Lo único que sabía de la cinta es lo que aparecía en el cartel... Mery Streep de frente, disfrazada de bruja y el lodo de Disney. Aunque por alguna razón Meryl se ha convertido en un ícono gay (me dirían unos amigos jotillos que fue desde que la hizo de Miranda en esa película de "Devil's Wear Prada"), no creí que esta película fuera un gay magnet, pero lo fue... vaya que lo fue.

Caminé a la sala y noté, con mi vista papamiesca, que tras de mi venía una parejita teenager, dos twinkillos coquetones pero muy afeminados, auqnue eso sí, querían contenerse, se les veía en sus traseros apretados.

Ya cuando buscaba mi asiento, panorámiecamente vi la sala... hombres acompañados de hombres, muchachas acompañadas de sus amigos 'cero obvias', e incluso, un par de power lesbians. Pensé "ah caray, toda la jotada se dejó caer", yo entre ellos por supuesto.

Sentado, observaba a la gente que llegaba. Una pareja captó mi atención. Resulta que un sujeto, de algunos 50 años, fornido con pancita, estaba sentado solo con su bolsa palomera y resfresco. Minutos después llegó otro señor, muy tipo bear, peloncillo barbudillo, a sentarse a un par de butacas al lado, también con su bolsa palomera y refresco... no pensé que fueran amigos, hasta que se voltearon a ver y el primero le "robó" una palomita al segundo, seguido por una sonrisa.  Lo que hizo el Bear fue sonreirle de vuelta y cambiarse a una butaca junto a él.

Ay Papamio! lo que pensé es que eran pareja de hace años y todavía jugueteaban a los enamorados.


Bonita escena cursi... mucho mejor que toda la película.

9 feb 2015

"A ti, ¿qué te erotiza?"

- Ya nada me erotiza, Papamio!

Así fue un comentario que la chiquilla jotilla me dijo alguna vez. Él se refería a que ya solo encuentra placer y felicidad incomparable cuando está con su pareja/esposa/querida.

Supongo que es cierto y que también, es normal. En parte por la fidelidad y en otra, por el placer de sentirse seguro en una relación duradera y llena de confianza. Finalmente creo suponer, a lo que mi mente joteril me da a entender, que hay muchas diferencias a intimar con alguien las primeras veces a cuando se hace tras años de relación.

Vaya, es como una historia que alguien alguna vez contó... supo que estaba en confianza con su esposa porque "de novios te sales del cuarto para echarte un gas, pero en confianza, lo haces ahí mismo".  Muy desagradable simil, pero funciona para el punto.


Pero bueno, la idea es que la erotización puede ser mucha y muy variada, o bien, llegar al punto en que "nada erotiza", que se "trasciende a otro plano". ¿Será?

No lo sé... como buen Papamio Joteril, yo experimenté con el porno, como muchos otros. De jovenazo puberto, con mis amigos platicabamos al respecto y alguna vez vimos películas o fotografías. Era porno heterosexual, yo no sabía que mis joterias eran tales, pero sabía que algo existía ahí que no me erotizaba... oh no. Lo que me prendía y me ponía sudoroso e intrépido era el hecho de la complicidad... estar ahí con mis amigos, viendo algo "prohibido" y que ellos se erotizaban y por ende, yo también.

Eso me prendía... la idea.

Después, cuando ya comenzaba a descubrir que mis gustos eran "distintos", tuve con miedo y precaución, tiento y medición, a ver imágenes homosexuales.

Qué maravilla descubrir esos entornos por primera vez. Era una mezcla tremenda de culpa-prohibición, goce-malicioso, hormona-descubrimiento.

Gracias a las maravillas del internet casero, probé como mucho puberto torpe, ponía en buscadores (Altavista según recuerdo), palabras como "gay", "porn", y claro "XXX". De ahí que fueran mis primeras "dedicatorias" a los sujetos de las imágenes.  Yo no tenía gusto en particular, de todo aplciaba. Ahor amis gustos se han vuelto más refinados, también, como es natural, lo ha sido mi léxico.

En meses había pasado de "gay+porn+xxx" a términos más comunes y escenarios conocidos, "gay, twink, bear, bbc, daddy, black, asian, interracial, top, bottom, power bottom, bareback, safe, bondage..." y montones más que seguramente ustedes, lectores empedernidos, reconocerán. Lugares comunes en el porno, pues.

En fin. Actualemnte, los gustos  ya son más establecidos. Ya sea por experimentación, fantasía o simple curiosidad, he establecido cierto estándar de lo que me gusta y lo que no.

Lo cierto es que, siendo que es un tema muy amplio, diverso y que todos hemos estado expuesto a ello (en mayor o menor medida), aún me "brinca" cuando en relaciones de años de confianza y amor, aún se ocultan sus placeres o fantasias pornográficas.

Recuerdo a este conocido, él chacal morenazo barbudo, buen cuerpo y según se rumoraba, verga descomunal, quien ha tenido una relación amorosa intermitente por 8 años con otro chico. Ellos, activos los dos, supieron equilibrar cuando le toca a quien ser el pasivo. Pero en pornografía se oculta, tanto así que el sujeto me confesó "no sé que le ven a los rubios... a mi lo que me pone son los vaqueros de barba".  Mientras que su mejor amigo (un guerito coquetón) respondió "a mi me gusta el porno de negros... se me hace como muy sucio y rico", cuando una hora después el novio me confesó que a él si le iban los jotillos pasivos de trasero megaapretado.

A cada quien lo suyo... pero me sorprendía que tras 8 años, el chacalmorenazobarbudo aún borraba sus búsquedas en computadora de porno vaquero...  OJO, uno pensaría que pues se borra por "decencia" y sentido común, para que tu novio no vea que buscas pornografía, pero no. Él no lo hacía por eso, lo hacía para que no supiera que su fantasía eran los cowboys mexicanos.

Siendo algo tan "natural" y un gusto sensato... ¿porqué ocultarlo?

No lo sé.

La verdad es que la pornografía está en la mirada. Lo que nos erotiza es todo y es nada. Es de lo que tengamos ganas. 


5 feb 2015

El sujeto de la depravación (1)

Papamio es, como dicen por ahí, "cosa seria". Muchas han sido las experiencias que han marcado el andar de este jovenazo, buen mozo y talentoso jotillo de sus querencias.

Sin embargo hay historias densas, de caos, de discordia, de poco tiento al sentido común y a-tentar con las "buenas costumbres"; no se espante lector, que recuerde que mis historias pueden ser verídicas, ficticias o ambas, pues todo finalmente cuando se cuenta es ficción, es solo cuando ocurre, en el instante en que son reales-verdaderas.

Así pues, les cuento un par de interacciones que son inventadas (o no), que pudieron haber sido (o no) con aquel que llamaramos "el sujeto de la depravación".


Moreno de piel, escuálido de cuerpo. Aunque sus facciones hacía creer que era un simple joven, sin mayor trascendencia, su mirada indicaba el gusto por lo exótico y, como conocería después, por lo erótico.

Nuestra relación comenzó como todas las historias puñeteras, Papamio sentía un no sé qué por conocerlo, que aunque era pura pasión se confundió por querencia. ¡Ay qué equivocado estaba! Podía haber jurado que él era el sujeto de mis desvelos, pero en realidad era solo un maniquí, era solo un ser malévolo que sabía cómo "dejarse querer" para atraer a los faltos-de-amor-y-malquerencia y con su alma de "putilla", sacarles provecho.

Luego de varias salidas por un cafesito, el camino amoroso y romántico se fue al diablo, pues Papamio comprendió que aquel solo lo utilizaba por dineros, y porque, justo es admitirlo, la plática era muy interesante y llena de riqueza (sus intereses eran diversos, desde cine y literatura, hasta videojuegos donde destacaba pokémon).  En fin, esa puerta se cerró, saliamos como amigos, hasta un fatídico día donde la historia de la perversión ocurrió.

Sentados en el café, en un área semi-privada, sacó su laptop; veíamos videos musicales y trailers de películas, en su escritorio tenía una carpeta de fotos personales, vimos algunas, incluso unas donde él posaba sin playera, pero en la selección había otra carpeta sin título, él dijo riendo "esas no", pero era claro, una risa incitadora, era su placer exhibicionista deseando lucirse.

Las vimos.

Era una colección de penes, culos y traseros (personales como de terceros), además de algunas imágenes de indumentaria sadomasoquista, ha decir: látigos, esposas, máscaras leathers, cadenas y piercings. Finalmente, existían otras más intensas, personas en situación de amo-esclavo, de goldenshower, cropofagia y sangrado.

Me quedé atónito. En ese momento, aunque lo creí exhibicionista y liberal, no creí que estuviera tan adentrado en esos fetish o intereses. Ahora, con distancia, veo que sí, que él podría haber sido personaje en los 120 días de Sodoma del Marqués de Sade. No solo por lo sadomasoquista, digo ese es un fetish "más o menos" aceptado y conocido, sino que no se quedaba en los látigos o el dolor, sino que llegaba al punto de fantasear con la humillación total.

En ese instante, decidí ser fuerte, pretender que aquello no me había impresionado, sino que era "algo más de la vida", que aunque no compartía podía entender. Él esperaba mi reacción de disgusto, claro, pero no se la iba a dar. Sería indiferente, sería otro yo que acepta el juego y decide mostrarse superior y ganar. (Tan idiota Papamio, pues no habría nada que ganar).


Decidió llevar la tensión del momento a más. Jugueteando dijo que una de sus curiosidades era humillación pública y el dolor, específicamente la perforación de la uretra o del escroto. Entonces, así como si hubiera sido mostrar un tatuaje, con esa naturalidad, se desabrochó el pantalón y sacó su miembro. Señaló la parte que deseaba le perforaran con un alfiler.

No pude más.  Fingí risa y comicidad al respecto, pero me alarmaba el pánico que sentía, cualquiera pudo haber notado que él, el sjueto de la depravación, estaba ahí en un café con el miembro de fuera, señalando su pene.

Esa noche terminó así. Él con la promesa de juntarnos algún otro día y seguir platicando de sus deseos e intereses, yo, con el sinsentido abrumante de no saber qué estoy haciendo de mi vida.



Nos vimos otro día, ya no para hablar de eso o en un café, sino para tener un noche de videojuegos. Algo tranquilo.  Papamio se equivocó.

En casa, encendimos la consola y comenzamos a jugar. No pasaron ni cinco minutos en lo que el sujeto de forma natural, pero retadora, comenzó "el otro juego".

- Papamio - me dijo - ¿quieres que me desnude?
- ...ajá - respondí desconcertado.

Así lo hizo. Videojuegos por un tiempo mientras él estaba desnudo a mi lado. Es un hecho que vi su miembro, e incluso lo deseé. Claro que él se percató de lo que sucedía, puso pausa al juego y sin decir más, tomó con sus manos mi cara y cabeza,  violentamente me acercó a su pene.

Papamio hizo la faena ya conocida. Probó.
Su miembro era tremendo. Su largo bien podía haber sido superior a los 20 centímetros, pero no era lo que me atraía, Papamio nunca ha fantaseado por lo largo, pero fue lo ancho lo que me estremeció. Bastante generoso, tanto, que era mórbido el contraste entre el sujeto escuálido que él era y lo vigoroso de su mástil. Yo no lo sabía en ese momento, pero era claro que sería la razón por la que días después me diría que "siempre era pasivo pues nadie la aguanta, les duele".

Estuvimos un rato así, él pretendía seguir el juego, que yo probáse todo su cuerpo, pies, estómago, trasero, culo y pecho. Todo menos los labios. Él no besaba, ni lo haría. Bien dicen que las putas no besan, porque corren el riesgo de enamorarse.

Pensé que esa noche yaceríamos, pero no. Su interés no era probarme, era ser sujeto de deseo. Pretendía que yo le hiciera lo que deseaba, estaba en mis manos (literal). Sin embargo, pese a su rol de objeto era autoritario. Indicaba qué quería y hasta dónde. Llegó al punto de decirme que era su deseo orinarse ahí mismo, se lo negué y tras hacerlo, molesto, se dirigió al lavatorio a aliviarse.

Regresó y tomo el mando del videojuego, indicando que deseaba continuar la partida.
Una hora más tarde, él pretendía volver a la dinámica. Papamio preguntó "¿pues qué pretendes?"   y fue muy claro "quiero humillarte, quiero destruirte, veamos hasta dónde".

Y así, así comenzó el ocaso.









19 ene 2015

12 horas contigo (el chico que ríe 5)

- Fuga el viernes a la botana.
- Fuuuga.

Así comenzó la historia.

Para mis lectores foráneos "ir a la botana" es una expresión que significa ir de entre 2 a 4 de la tarde a alguna "cantina" donde por el simple hecho de beber cerveza, te regalan comida, por lo general algún asado, chicharrón de cerdo o cuando estás de suerte, carne asada.

A las 2:30pm comenzamos a beber. Esa cantina es uno de mis lugares favoritos. Siempre es tranquila, la bebida es buena, el folclor agradable, además de que por tradición es un lugar donde solo pueden entrar hombres pues "no sería justo que las damas escuchen los improperios de los caballeros".

La plática fue increíble. Aquí entre nos, el buen Papamio, siempre se esfuerza de más, pareciera que quiere aparentar rasgos súper increíbles y hacer empatía total, "me gusta el azul... 'ay a mi también', me gusta el potorri, 'ay a mi también (?)'". En esta ocasión fue diferente. Hablé de mis babosadas sin reserva, y tal parecía que él era quien se esforzaba un poco en hacer empatía conmigo. Compartió mis "ñoñadas", mis bromas y vaivenes de la vida. Incluso, él, en señal de confianza me pidió probar la michelada que yo tenía (él había jurado ya no tomar cerveza, estaba tomando tequila), le dije que adlante, sin problema, y bebió de mi copa. (Como supondrá usted lector, yo tomé justo del mismo lugar donde él había tomado, era mi forma indirecta de besarlo.... sí, muy dañado yo).

En fin.
Como a las 5:30 de la tarde una amiga, la "Licenciada Pelirroja" me llama; quería beber con nosotros. Sin embargo, como en el lugar no pueen entrar mujeres, tuvimos que cambiar de cantina.

Fuimos a otra, mucho más ruidosa y concurrida. Pedimos buenas bebidas y seguimos el relajo. Estuvimos muy cómodos y agusto, incluso yo podía ver cómo el chico que ríe le sacaba plática a mi amiga, cosa curiosa que habla de su amabilidad.

Una hora después llegó "La Rojilla", otra amiga mía. Los cuatro platicamos y reimos gustosamente. Llegó un momento donde el chico que ríe se acercó con la Rojilla (a quien yo le señalé como mi mejor amiga) y habló muchisimo. Era obvio el interés y buena onda. En momentos donde el chico que ríe fue al baño, la Rojilla y la LicPelirroja, me expresaron su aprobación:  "Vaya Papamio, es la primera vez que ya no sales con señoras aburridas y elitistas;  ya, lo amo, lo quiero para ti".

Luego, decidimos ir por algo de cenar, eran las 8pm, queríamos comida pues la borrachera prometía mucho y llevabamos ya varias horas tomando. Fuimos por "una birria" a un puesto cercano. El chico que ríe se llevó a la LicPelirroja con él y yo a la Rojilla. Sin embargo notamos que ellos tomaron otra ruta y se tardaron en llegar al lugar de destino.

Cuando se reencontraron con nosotros, nos dijeron la razón de la tardanza. En el camino, la LicPelirroja le dijo que jamás había entrado a una sexshop, lo cual hizo que el chico que ríe se estacionara frente a una, "tenemos que cambiar eso" dijo.  Compraron unas "gomitas (tapas de pluma)" en forma de pene.

Cenamos. Ibamos de camino a una cantina gay, cuando la Rojilla comenta que había una cantina cerca donde una vez vio a dos "cholas" gritarse y al careo de "ya valiste un kilo de verga", se golpearon, por lo cual llegó la policia a separarlos a todos.

La historia fue divertida y nos decidimos visitar ese lugar, el cual se ubica en un sótano. Adjunto algunas de las imagenes.







Ahí el chico que ríe comenzó "a malacopear", es decir, empezó a ponerse un poco extraño, necesitaba aire, salir a caminar, se le subió un poco la cerveza. Incluso, a petición de mis amigas, bailó, cuando él decía que no le gustaba (no sé si era porque yo no lo hago). En ese momento un sujeto de mal aspecto y ya ebrio, delgaducho y feo, quería bailar con mis amigas, pero no se dejaban y para "hacer ambiente" sacó al chico que ríe, el cual aceptó (yo no estaba ahí, estaba en el baño).

En fin, después de ese cotorreo nos fuimos a la última cantina. Eran pasadas de las 11 de la noche, y la licecniada Pelirroja se fue. En la cantina, había varias vestidas, "cholos", señores y chavos... muy ecléctico el ambiente.

Estuvimos ahí bebiendo generosamente y comenzó la plática intensa.
El chico que ríe y yo nos tomamos de la mano y hablamos.  Le pregunté si no se habría sentido incómdoc uando comencé a hablar sinque supiera quien soy, me dijo que no, que de hehco lo encontraba muy lindo. Y fue ahí que dijo la revelación más fuerte.

"Eres un parteaguas en mi vida".

Así lo dijo.

Siendo el chico que ríe un sujeto muy guapo, buena onda y carismático, mucha gente le ha coqueteado, ligado o hecho cumplidos, con el propósito de, como él lo dijo, "le diera las nalgas". Es normal, así sucede. Sin embargo, nadie jamás se había acercado haciendo un cumplido a lo que para mí era la principal razón de su atractivo: su sonrisa, su risa, su felicidad.

"Fue algo extraño. Me parecía muy lindo que alguien, a quien no conocía, encontrara mi sonrisa y risa atractiva. Me gusta reír sin reserva y no sentirme cohibido. Que a alguien le pareciera eso atractivo, sin mencionar algo físico de mi, fue nuevo y muy lindo.  Desde ahí, empecé a reirme y sonreír más... señalaste algo de mi y me quitaste la inseguridad. A partir de eso, mucha gente comenzó a señalar y a decir que qué bonita sonrisa... por ti".


A grandes rasgos eso me confesó.
Yo, no sabía qué decir. No cabía en mi mismo de la alegría y sorpresa por escucharle decir eso.  Nos dimos un beso sutil, tierno y simpático, después, sonreimos.

Para mí, la noche era perfecta. Desde las 2:30 de la tarde habíamos estado juntos, sin cansarnos, sin separarnos más de lo necesario. Yo estaba feliz.

Era la una de la mañana aproximadamente. Mi amigo, el Judío, había llegado a hacernos compañía. Estuvimos platicando los 4, cuando el chico que ríe me pidió que lo acompañara a caminar, necesitaba aire y bajar un poco la embriaguez.

Ahí fue cuando sucedió otra parte de la plática que no me gustó del todo. Me habló sobre su ex, sobre sujetos que le habían gustado y de cómo "son su tipo". Descripciones que, aunque el buen papamio tiene su gran appeal, no coincide con ellas.

Fue entonces cuando, por paranoia, inseguridad y quizá las copas que tenía encima, sentía que entonces no podría haber algo sentimental/sexual/romántico entre nosotros. Pues finalmente "no soy su tipo".  Él debió notarlo, pues después de un rato me decía que "no debí haber dicho" o que sencillamente "no me malvibrara", pues nada tenía que ver.

Estoy en duda.

Por un lado, él sabe lo que significa para mi. Se ha portado increíble e incluso me ha dicho que quiere repetir una salida así. Sin embargo, sus constantes descpriciones, piropos y referencias hacia chicos "buenos de trasero 'rosadito'" (como los describió alguna vez), me hacen dudar. Quizá me ve como su amigo y su fan, pero nada más.


13 ene 2015

El chico que ríe (4)

Todo fluye.

Hemos salido en algunas ocasiones y las cosas parecen ir bien; pero ay Papamio! que para ti nada es tranquilo ni placentero así porque sí, siempre tiene que haber algún detalle, problema o situación.

Pero es cierto.

Hace unos días, salimos al cine. Como lo saben, Papamio! es un chico en extremo puntual. No es raro que acuda con 30 minutos de anticipación para "evaluar" el terreno; pero en contraposición, el chico que ríe  es muy impuntual.

Por tal motivo, aunque la película comenzaba a las 7:50, Papamio! tomó al precaución de citarlo antes, afirmando que la pel´´icula comenzaría a las 7:40.

Sin embargo, el chico que ríe iba tarde. Era la hora acoradada y él no se aparecía, yo comencé a desesperar. Me tranquilicé, supuse que no era extraño que se le hiciera un poco tarde.

7:45,  envío un mensaje de whatsapp, una carita de sonrisa.

7:47 reviso el celular, no hay respuesta ni última conexión.

7:48 veo a un chico guapo acercarse. Pienso "¿con quien vendrá? ¿estará solo?"  Veo hacia otro sitio y pienso "¿y si el chico que ríe me canceló?"

7:50 veo un chico que se le parece, pero me doy cuenta que no es él. Se le ve preocupado, quizá irá a la misma función que yo.

7:51 reviso mi celular, no hay novedad. 

7:52 Pienso "quizá me dejó plantado..." Veo al chico guapo que está indeciso, se acerca un poco a mi. Pienso "quizá el chico que ríe me dejó plantado y me lo envió a él a decirmelo... a lo mejor le dijo que yo no era para él, pero que con este otro chico si habría click"

7:53 "jaja Chingao Papamio! luego luego piensas que te abandonan y te creas una historia de amor con otro sujeto, ¡Se paciente!".

7:54 Tengo nervio, la pelicula seguramente ya ha comenzado.

7:55 Muy bien, no vendrá. ¿Deberé entrar solo a la película?

7:58 Reviso por último el celular. Sin novedad.

7:59 *mensaje recibido*  "Hola... mencioné que soy impuntual?"  Y a la distancia, lo veo.  Distraido, camina paciente, sudadera blanca y sonrisa tímida. El chico que ríe viene caminando hacia mi.

Nos saludamos, mi nerviosismo comienza a disminuir, pero no sé cómo saludarlo, le pongo la palma d emi mano en su espalda y él, en un gesto lindo, me da un ligero abrazo tocando mi cadera, las cosas estarán bien.


Entramos a la sala justo cuando proyectan los últimos cortos, poco antes de comenzar la película.
Durante la película, noté que estaba muy distraído, viendo hacia las butacas de al lado. Ya me lo había dicho, él es muy fijado y divaga, le gusta ver qué pasa a su alrededor.

Queda fascinado por una crepa que comía la pareja sentada junto a nosotros. Más aún porque sacan un iPad para pedir comida a la cocina (Sí, estabamos en sección VIP, ya saben cómo me gusta concentir a los chicos con los que salgo). Luego, el chico que ríe me explica con lindura e ingenuidad "es que noooo está muy avanzado este pedo".


Durante la película, me puse nervioso, pues nuestros brazos hacían contacto... quería tomarle la mano, pero fui fuerte "es muy pronto Papamio! ¡contente!" Pero ay, que el corazóne s fuerte y el cuerpo débil. Me debatí durante toda la función si tomarle la mano o no, si juguetear con él o no, si estoy siendo "muy obvio" o "muy distante".  Supongo que es el dilema que siempre ocurre cuando hay un interés coqueto por el otro.

No le tomé la mano. Pero eso sí, hubo "empujonsitos" y un rápido "piquete de panza". 

Por esta noche, eso basta para mi.

5 ene 2015

El chico que ríe (3)

Nos conocimos.

Papamio es un chico intrépido de buenos modos y buenos tratos, hasta que claro, se ve inmerso en una situación incómoda (como lo era presentarse ante el chico que ríe), que es donde surgen las pláticas dicharacheras apresuradas, divagaciones extrañas y risas nerviosas.

Sin embargo, en esta ocasión las cosas fueron un tanto distintas.

Había querido esperar un par de meses o semanas para conocer al chico que ríe, pues con las comidas y festejos decembrinos el cuerpo está con kilos de más, ojeras y cansancio acumulado; pero él fue contundente "ya me has dado muchas largas, quiero conocerte". Así lo dijo.

Quedamos.

La cita fue pactada en un bar para un sábado a las 9:30 de la noche. Papamio, astuto y dominante, hizo lo de siempre: acudió con minutos de anticipación para "palpar terreno", escoger la mejor mesa, ubicarse de tal forma en que el chico que ríe viera que Papamio siempre tiene el control (ay ajá, juras).  Pero una vez más el chico que ríe alteró el plan.

"Nos vemos antes de entrar", "espérame para entrar juntos". No, no, no. Not cool. Mi estrés se disparó, no podría preparar las cosas. Aún así decidí llegar temprano... y él también.

10 minutos antes, yo ya estaba recargado en un pilar cerca de la entrada de aquel bar, texteandose con el GraffoBoy (un amigo gay), cuando entonces el chico que ríe me escribió.

-  "Ya vienes?" preguntó.
- "Jaja sí, de hecho, estoy aquí".
- "Es en serio? yo también, aquí en el oxxo"
- "ah, jaja va"
- "Espérame, voy para allá...  oye y cómo te reconozco?"
- "jaja pues soy el único aquí... soy el chico que ríe nervioso". 

Buena descripción papamio, estás lleno de caos e incomodidad. Oh Papamio! es que te las das de controlador y ni contigo mismo puedes.

Mi mirada fija en el celular, no podía hacer nada más, ni levantar la vista pues ¿y si nos vieramos de lejos? ¿qué se hace? ¿qué se espera?

- "¡Hola!"

Era él. Apareció tras de mi. No lo podía creer, era él, por fin él me conocía.
El chico que ríe era más alto a como yo lo recordaba. Utilizaba mezclilla y un suéter grisaceo que combinaba muy bien con su tono de piel... y aún más con su sonrisa. Yo, como me describí, reí nerviosamente. Él solo reía y comía un swinkle acidito.  Nos abrazamos, saludamos con familiariad y complicidad.

Caminamos hacia el bar, él haciendo  Small Talk y yo, distraido, intentando poner en orden mis ideas, aparentando segurida dy tranquilidad. Debo admitirlo, su voz sonaba diferente, extraña. Más jotera a como la recordaba, sí, pero ese no era el detalle principal, sino que... había algo que no cuadraba con él; no tanto por "el ideal" suyo que formé en mi mente, eso ya era esperado, sino que de hecho ALGO tenía.

Yo iba por delante, indicando el camino (él nunca había visitado ese bar), hasta que FAS, me interceptaron en la entrada un grupo de personas... era el dueño y su staff. Pensé "valiendo ma... está cerrado", cuando el dueño me preguntó si habíamos hecho reservación, (lo cual sólo incrementó mi nervio), contesté que no, pero él le indicó a un mesero que nos señalara una mesa para dos. Me salvé.

Pedimos algo y, pronto, hablamos de donde nos conociamos. Él preguntó, yo respondí. Revelé nuestro amigo en común, cosa que a él no le pareció muy bien (o al menos eso detecté, pues al parecer la RubiaJotilla, recuérdenla de mi historia inicial de esta saga, había sido su novio por un mes).

Luego ya, se "relajó" el tema y me dijo "claro.... eras tú... jamás lo habría pensado. ¡Qué curioso! Te conozco el mismo día que conocí a mi ex". Yo quería decirle "y desde ese día te amé, pero lo preferiste a él" pero supuse que era demasiado para una primer cita.

Estuvimos platicando muy agusto, inmediatamente bromeamos, salieron temas de interés mutuo, desde películas, filosofía, joterias vanales y claro, chascarrillos homosexuales divertidos.

Empezó a contarme cómo le había ido en vacaciones familiares de hace unas semanas, cuando noté que en efecto estaba hablando muy P A U S A D O.  Debió notar mi mirada de desconcierto pues entonces me dijo  "P e r d ó n.  T e   s e r é   s i n c e r o,  t o m é   u n a s   b e b i d a s   a n t e s  d e   v e n i r. "

Era eso... el chico que ríe estaba ligeramente tomado, en parte por una reunión familiar que había tenido y en otra, porque estaba algo nervioso de conocerme. Me extrañó, pero no me desagradó. De alguna forma, puesto que siendo yo, Papamio, un chico que gusta de la beberecua, lo entendí. In all fairness... I also had a couple of drinks before coming over.

La noche fue muy agradable. Sentí una conexión positiva con él. El chico que ríe, hacía eso justamente, reía. No todo era perfecto claro, me confesó que su estilo de hombre ideal era Zac Efron, rubios de cuadritos y tal... para los que me conocen saben que Papamio, aunque guapo, coqueto y hermoso, no tiene un parecido inmediato con Zac Efron.
Además, él se distrae fácilmente con la gente, le gusta verlos, "tijerearlos" (comentar sobre cómo caminan, visten, o hablan), encima de que él, es "popular", es decir, conoce muchas personas que de inmediato lo saludan.

Por último, me contó algunas historias sobre ser "Mala copa", cosa que aparentemente le sucede mucho.

En fin. Me divertí, me gustó y yo deseaba seguir esta historia.

Fui directo, aunque ya copeados me decidí preguntarle.

- "Este soy yo... ¿qué opinas? ¿hay posibilidad?"

- "Papamio... soy sincero. No eres mi tipo. Pero luego de estar contigo hoy... no veo razón por la cual no seguir saliendo contigo."


(Hubiera sido mejor que dijera "me gustaría seguir saliendo", pero bueno... it's something, and I'll take it).







2 ene 2015

Beach's d(g)ays.

Hace tiempo el buen Papamio se escapó y pasó algunos días en la playa.

Aunque fue por relajación y tranquilidad, el ojo coqueto estuvo al tanto de lo que pasaba, de loq ue acontecía. Si bien, no hubo encuentros gays, sí se despertaron viejas fantasías y surgieron nuevas. Las describo breve y simpáticamente.


BellBoy:

Como se dice  en las fiestas universitarias "llegando y chupando" (es decir, bebiendo), Papamio "llegó y joteó".  El Bellboy que me atendió era un dulcesillo efebesco.  Moreno de piel, chaparrito, ojo pispireto y un trasero de ensueño, el joven Bellboy, de nombre Rodrigo, me saludó muy feliz. Cierto es que es parte de su trabajo, pero en su atención, Papamio se regodeó.

Nos saludamos, me atendió, enseñó la habitación y yo, por mi parte, le miré con lascivia y coquetería juvenil, aprovechando roces para tentar el traserillo y claro, al despedirnos, extender el contacto un par de segundos más para que se diera cuenta que conmigo "le iba bien".

Aunque no lo vi más que un par de ocasiones, me recordó la experiencia que tuve con otro bellboy en un hotel de sudamérica, donde yo estaba coqueteando y el muchacho, me malinterpretó y en lugar de armar la besanga, me pasó un par de teléfonos de prostitutas. Ya se los contaré en otra ocasión.

Straight-Gringo?

Otro de mis coqueterías fue con un muchacho de alrededor de 24 años, blanquito, pelito en pecho, barbita incipiente, ombligo pasional... Con él sí. Lo que quisiera y lo que me diga.
Iba con un par de amigas (¿novia?) y con otro amigo (fuckbuddy?).  Lo que me despertó la pasión absoluta fue cuando lo escuché hablar, con voz ligeramente grave y feliz, que le pidió a una de las chicas que le pusiera bloqueador solar, pero ella estaba dormida broncéndose.  Por alguna razón no se lo pidió a la otra, sino que su amigo (un chico mayor, robusto y barbón fuerte) le dijo que él se lo pondría.
Hubo una broma entre ellos que no alcancé a escuchar, pero al ver cómo el chico mayor untaba aceites por la espalda juvenil del gringo sexy, pues Papamio se emocionó. Mayor excitación cuando terminaron la escena entre risas y se colocó un chacleco salvavidas... el joven iría de "parachuting", es decir colocarse un paracaídas y ser arrastrado por una lancha para ganar velocidad y altura y ver el mar desde lo alto.
Al estar cerca de mi el lugar de las lanchas y parachuting... solo pude ver cuando le amarraban el arnés por la entrepierna, marcando un bulto simpático y bien delineado.


One on One Twins:

Lo confieso. Alguna vez he tenido fantasías con gemelos. Siempre me había preguntado cómo son esas relaciones. Dicen que piensan similar o que tienen actitudes muy parecidas. Pero qué pasaría si uno de los gemelos es gay... ¿el otro también?

Esta pregunta me vino a la mente cuando una familia nórdica quizá (supuse que su idioma era holandés o qué se yo) se sentó a comer en la mesa frente a mi.

Ojo azul clarito, pelo trigueño cobrizo, nariz respingadita, y traserillo levantado... así eran los gemelos. Pero lo divertido del asunto, es que uno de ellos hablaba en lo que me parecía un "pitch" más agudo, más... "flamboyant".

No, no me juzgue lector. Es que un papamio solo quiere ver el lado joteril de la vida.

Uno de los gemelos "se veía pasivón", medio gay, medio con pluma y tacón. Hasta se sentó junto a su mamá. Mientras que el otro gemelo se veía más seriesón, ligeramente más masculino y centrado.

Al verlos solo podía pensar... "Activo y pasivo seguros" *truena los dedoss*