12 mar 2015

"El cazador" Videojuego Sexual

Hace muchos años Papamio! había descubierto que existían "videojuegos" sexuales. Más que eróticos, eran cómicos, de broma. Uno de ellos, no recuerdo bien su nombre, pero si su trama, le llamaremos "El cazador".

La trama del juego era muy simple. Un juego tipo 'flash', donde tu personaje caminaba entre la selva y sujetos desnudos (los cogedores) te apraparían. Para defenderte ustilizabas una escopeta y conforme pasabas de escena en escena, recolectabas vidas, municiones y puntos. Si te llegaban a atrapar, se escuchaba un gemido y tu personaje "era violado" por uno de los cogedores. Era un juego muy tonto.

Lo que me encantó del juego, fue cuando lo vi la primera vez.  Y es que, como bien saben, el Papamio! chico especial, tímido e imaginativo, tenía cierta "verguenza" de explorar internet por ese tipo de juegos e incluso porno. El juego, lo descubrí al lado del "verga blanca".

¿Quién era ese "verga blanca"? Era un muchacho, amigo de Papamio!, que me provocaba erecciones y muchos momentos de calentura y tensión sexual. Él es heterosexual, pero juntos platicabamos de escenarios sexuales "yo me cogía a tal chava", "que tal compañera la mamara". E incluso llegamos a platicar de dudas de hombre a decir: "cuánto te mide", "cuándo te masturbaste por primera vez", "cuántas veces al día", cosas así.

En alguna ocasión, jugamos "luchitas", a lo cual yo tenía tremenda erección y él se sonrió al notarlo, pues él también estaba empalmado. Ninguno de los dijo algo, pero para mi era suficiente para masturbarme pensando en esas ocasiones.

Volvamos al tema. 

Sucedió que un fin de semana yo me había a quedado a dormir con él, y por la noche estuvimos platicando y bromeando, lo cual nos llevó a hablar de sexo. Él dijo de broma que tenía un juego de violadores (yo me emocioné en secreto), fuimos a la computadora para jugarlo.

Estuvo divertido. Sin embargo en una ocasión que yo jugué, me puse nervioso, pues el verga blanca estaba a mi lado, nuestras piernas juntas, el calor de la noche y el sutil subtexto del sexo estaba presente. Por tal motivo, yo perdía muy rápido, a lo que él bromeaba diciendo "se me hace que pierdes a propósito... bien que te gusta que te den".

Yo reí diciendole "jaja ya quisieras wey", cuando en verdad pensaba "dame y dame fuerte".


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