19 ene 2015

12 horas contigo (el chico que ríe 5)

- Fuga el viernes a la botana.
- Fuuuga.

Así comenzó la historia.

Para mis lectores foráneos "ir a la botana" es una expresión que significa ir de entre 2 a 4 de la tarde a alguna "cantina" donde por el simple hecho de beber cerveza, te regalan comida, por lo general algún asado, chicharrón de cerdo o cuando estás de suerte, carne asada.

A las 2:30pm comenzamos a beber. Esa cantina es uno de mis lugares favoritos. Siempre es tranquila, la bebida es buena, el folclor agradable, además de que por tradición es un lugar donde solo pueden entrar hombres pues "no sería justo que las damas escuchen los improperios de los caballeros".

La plática fue increíble. Aquí entre nos, el buen Papamio, siempre se esfuerza de más, pareciera que quiere aparentar rasgos súper increíbles y hacer empatía total, "me gusta el azul... 'ay a mi también', me gusta el potorri, 'ay a mi también (?)'". En esta ocasión fue diferente. Hablé de mis babosadas sin reserva, y tal parecía que él era quien se esforzaba un poco en hacer empatía conmigo. Compartió mis "ñoñadas", mis bromas y vaivenes de la vida. Incluso, él, en señal de confianza me pidió probar la michelada que yo tenía (él había jurado ya no tomar cerveza, estaba tomando tequila), le dije que adlante, sin problema, y bebió de mi copa. (Como supondrá usted lector, yo tomé justo del mismo lugar donde él había tomado, era mi forma indirecta de besarlo.... sí, muy dañado yo).

En fin.
Como a las 5:30 de la tarde una amiga, la "Licenciada Pelirroja" me llama; quería beber con nosotros. Sin embargo, como en el lugar no pueen entrar mujeres, tuvimos que cambiar de cantina.

Fuimos a otra, mucho más ruidosa y concurrida. Pedimos buenas bebidas y seguimos el relajo. Estuvimos muy cómodos y agusto, incluso yo podía ver cómo el chico que ríe le sacaba plática a mi amiga, cosa curiosa que habla de su amabilidad.

Una hora después llegó "La Rojilla", otra amiga mía. Los cuatro platicamos y reimos gustosamente. Llegó un momento donde el chico que ríe se acercó con la Rojilla (a quien yo le señalé como mi mejor amiga) y habló muchisimo. Era obvio el interés y buena onda. En momentos donde el chico que ríe fue al baño, la Rojilla y la LicPelirroja, me expresaron su aprobación:  "Vaya Papamio, es la primera vez que ya no sales con señoras aburridas y elitistas;  ya, lo amo, lo quiero para ti".

Luego, decidimos ir por algo de cenar, eran las 8pm, queríamos comida pues la borrachera prometía mucho y llevabamos ya varias horas tomando. Fuimos por "una birria" a un puesto cercano. El chico que ríe se llevó a la LicPelirroja con él y yo a la Rojilla. Sin embargo notamos que ellos tomaron otra ruta y se tardaron en llegar al lugar de destino.

Cuando se reencontraron con nosotros, nos dijeron la razón de la tardanza. En el camino, la LicPelirroja le dijo que jamás había entrado a una sexshop, lo cual hizo que el chico que ríe se estacionara frente a una, "tenemos que cambiar eso" dijo.  Compraron unas "gomitas (tapas de pluma)" en forma de pene.

Cenamos. Ibamos de camino a una cantina gay, cuando la Rojilla comenta que había una cantina cerca donde una vez vio a dos "cholas" gritarse y al careo de "ya valiste un kilo de verga", se golpearon, por lo cual llegó la policia a separarlos a todos.

La historia fue divertida y nos decidimos visitar ese lugar, el cual se ubica en un sótano. Adjunto algunas de las imagenes.







Ahí el chico que ríe comenzó "a malacopear", es decir, empezó a ponerse un poco extraño, necesitaba aire, salir a caminar, se le subió un poco la cerveza. Incluso, a petición de mis amigas, bailó, cuando él decía que no le gustaba (no sé si era porque yo no lo hago). En ese momento un sujeto de mal aspecto y ya ebrio, delgaducho y feo, quería bailar con mis amigas, pero no se dejaban y para "hacer ambiente" sacó al chico que ríe, el cual aceptó (yo no estaba ahí, estaba en el baño).

En fin, después de ese cotorreo nos fuimos a la última cantina. Eran pasadas de las 11 de la noche, y la licecniada Pelirroja se fue. En la cantina, había varias vestidas, "cholos", señores y chavos... muy ecléctico el ambiente.

Estuvimos ahí bebiendo generosamente y comenzó la plática intensa.
El chico que ríe y yo nos tomamos de la mano y hablamos.  Le pregunté si no se habría sentido incómdoc uando comencé a hablar sinque supiera quien soy, me dijo que no, que de hehco lo encontraba muy lindo. Y fue ahí que dijo la revelación más fuerte.

"Eres un parteaguas en mi vida".

Así lo dijo.

Siendo el chico que ríe un sujeto muy guapo, buena onda y carismático, mucha gente le ha coqueteado, ligado o hecho cumplidos, con el propósito de, como él lo dijo, "le diera las nalgas". Es normal, así sucede. Sin embargo, nadie jamás se había acercado haciendo un cumplido a lo que para mí era la principal razón de su atractivo: su sonrisa, su risa, su felicidad.

"Fue algo extraño. Me parecía muy lindo que alguien, a quien no conocía, encontrara mi sonrisa y risa atractiva. Me gusta reír sin reserva y no sentirme cohibido. Que a alguien le pareciera eso atractivo, sin mencionar algo físico de mi, fue nuevo y muy lindo.  Desde ahí, empecé a reirme y sonreír más... señalaste algo de mi y me quitaste la inseguridad. A partir de eso, mucha gente comenzó a señalar y a decir que qué bonita sonrisa... por ti".


A grandes rasgos eso me confesó.
Yo, no sabía qué decir. No cabía en mi mismo de la alegría y sorpresa por escucharle decir eso.  Nos dimos un beso sutil, tierno y simpático, después, sonreimos.

Para mí, la noche era perfecta. Desde las 2:30 de la tarde habíamos estado juntos, sin cansarnos, sin separarnos más de lo necesario. Yo estaba feliz.

Era la una de la mañana aproximadamente. Mi amigo, el Judío, había llegado a hacernos compañía. Estuvimos platicando los 4, cuando el chico que ríe me pidió que lo acompañara a caminar, necesitaba aire y bajar un poco la embriaguez.

Ahí fue cuando sucedió otra parte de la plática que no me gustó del todo. Me habló sobre su ex, sobre sujetos que le habían gustado y de cómo "son su tipo". Descripciones que, aunque el buen papamio tiene su gran appeal, no coincide con ellas.

Fue entonces cuando, por paranoia, inseguridad y quizá las copas que tenía encima, sentía que entonces no podría haber algo sentimental/sexual/romántico entre nosotros. Pues finalmente "no soy su tipo".  Él debió notarlo, pues después de un rato me decía que "no debí haber dicho" o que sencillamente "no me malvibrara", pues nada tenía que ver.

Estoy en duda.

Por un lado, él sabe lo que significa para mi. Se ha portado increíble e incluso me ha dicho que quiere repetir una salida así. Sin embargo, sus constantes descpriciones, piropos y referencias hacia chicos "buenos de trasero 'rosadito'" (como los describió alguna vez), me hacen dudar. Quizá me ve como su amigo y su fan, pero nada más.


13 ene 2015

El chico que ríe (4)

Todo fluye.

Hemos salido en algunas ocasiones y las cosas parecen ir bien; pero ay Papamio! que para ti nada es tranquilo ni placentero así porque sí, siempre tiene que haber algún detalle, problema o situación.

Pero es cierto.

Hace unos días, salimos al cine. Como lo saben, Papamio! es un chico en extremo puntual. No es raro que acuda con 30 minutos de anticipación para "evaluar" el terreno; pero en contraposición, el chico que ríe  es muy impuntual.

Por tal motivo, aunque la película comenzaba a las 7:50, Papamio! tomó al precaución de citarlo antes, afirmando que la pel´´icula comenzaría a las 7:40.

Sin embargo, el chico que ríe iba tarde. Era la hora acoradada y él no se aparecía, yo comencé a desesperar. Me tranquilicé, supuse que no era extraño que se le hiciera un poco tarde.

7:45,  envío un mensaje de whatsapp, una carita de sonrisa.

7:47 reviso el celular, no hay respuesta ni última conexión.

7:48 veo a un chico guapo acercarse. Pienso "¿con quien vendrá? ¿estará solo?"  Veo hacia otro sitio y pienso "¿y si el chico que ríe me canceló?"

7:50 veo un chico que se le parece, pero me doy cuenta que no es él. Se le ve preocupado, quizá irá a la misma función que yo.

7:51 reviso mi celular, no hay novedad. 

7:52 Pienso "quizá me dejó plantado..." Veo al chico guapo que está indeciso, se acerca un poco a mi. Pienso "quizá el chico que ríe me dejó plantado y me lo envió a él a decirmelo... a lo mejor le dijo que yo no era para él, pero que con este otro chico si habría click"

7:53 "jaja Chingao Papamio! luego luego piensas que te abandonan y te creas una historia de amor con otro sujeto, ¡Se paciente!".

7:54 Tengo nervio, la pelicula seguramente ya ha comenzado.

7:55 Muy bien, no vendrá. ¿Deberé entrar solo a la película?

7:58 Reviso por último el celular. Sin novedad.

7:59 *mensaje recibido*  "Hola... mencioné que soy impuntual?"  Y a la distancia, lo veo.  Distraido, camina paciente, sudadera blanca y sonrisa tímida. El chico que ríe viene caminando hacia mi.

Nos saludamos, mi nerviosismo comienza a disminuir, pero no sé cómo saludarlo, le pongo la palma d emi mano en su espalda y él, en un gesto lindo, me da un ligero abrazo tocando mi cadera, las cosas estarán bien.


Entramos a la sala justo cuando proyectan los últimos cortos, poco antes de comenzar la película.
Durante la película, noté que estaba muy distraído, viendo hacia las butacas de al lado. Ya me lo había dicho, él es muy fijado y divaga, le gusta ver qué pasa a su alrededor.

Queda fascinado por una crepa que comía la pareja sentada junto a nosotros. Más aún porque sacan un iPad para pedir comida a la cocina (Sí, estabamos en sección VIP, ya saben cómo me gusta concentir a los chicos con los que salgo). Luego, el chico que ríe me explica con lindura e ingenuidad "es que noooo está muy avanzado este pedo".


Durante la película, me puse nervioso, pues nuestros brazos hacían contacto... quería tomarle la mano, pero fui fuerte "es muy pronto Papamio! ¡contente!" Pero ay, que el corazóne s fuerte y el cuerpo débil. Me debatí durante toda la función si tomarle la mano o no, si juguetear con él o no, si estoy siendo "muy obvio" o "muy distante".  Supongo que es el dilema que siempre ocurre cuando hay un interés coqueto por el otro.

No le tomé la mano. Pero eso sí, hubo "empujonsitos" y un rápido "piquete de panza". 

Por esta noche, eso basta para mi.

5 ene 2015

El chico que ríe (3)

Nos conocimos.

Papamio es un chico intrépido de buenos modos y buenos tratos, hasta que claro, se ve inmerso en una situación incómoda (como lo era presentarse ante el chico que ríe), que es donde surgen las pláticas dicharacheras apresuradas, divagaciones extrañas y risas nerviosas.

Sin embargo, en esta ocasión las cosas fueron un tanto distintas.

Había querido esperar un par de meses o semanas para conocer al chico que ríe, pues con las comidas y festejos decembrinos el cuerpo está con kilos de más, ojeras y cansancio acumulado; pero él fue contundente "ya me has dado muchas largas, quiero conocerte". Así lo dijo.

Quedamos.

La cita fue pactada en un bar para un sábado a las 9:30 de la noche. Papamio, astuto y dominante, hizo lo de siempre: acudió con minutos de anticipación para "palpar terreno", escoger la mejor mesa, ubicarse de tal forma en que el chico que ríe viera que Papamio siempre tiene el control (ay ajá, juras).  Pero una vez más el chico que ríe alteró el plan.

"Nos vemos antes de entrar", "espérame para entrar juntos". No, no, no. Not cool. Mi estrés se disparó, no podría preparar las cosas. Aún así decidí llegar temprano... y él también.

10 minutos antes, yo ya estaba recargado en un pilar cerca de la entrada de aquel bar, texteandose con el GraffoBoy (un amigo gay), cuando entonces el chico que ríe me escribió.

-  "Ya vienes?" preguntó.
- "Jaja sí, de hecho, estoy aquí".
- "Es en serio? yo también, aquí en el oxxo"
- "ah, jaja va"
- "Espérame, voy para allá...  oye y cómo te reconozco?"
- "jaja pues soy el único aquí... soy el chico que ríe nervioso". 

Buena descripción papamio, estás lleno de caos e incomodidad. Oh Papamio! es que te las das de controlador y ni contigo mismo puedes.

Mi mirada fija en el celular, no podía hacer nada más, ni levantar la vista pues ¿y si nos vieramos de lejos? ¿qué se hace? ¿qué se espera?

- "¡Hola!"

Era él. Apareció tras de mi. No lo podía creer, era él, por fin él me conocía.
El chico que ríe era más alto a como yo lo recordaba. Utilizaba mezclilla y un suéter grisaceo que combinaba muy bien con su tono de piel... y aún más con su sonrisa. Yo, como me describí, reí nerviosamente. Él solo reía y comía un swinkle acidito.  Nos abrazamos, saludamos con familiariad y complicidad.

Caminamos hacia el bar, él haciendo  Small Talk y yo, distraido, intentando poner en orden mis ideas, aparentando segurida dy tranquilidad. Debo admitirlo, su voz sonaba diferente, extraña. Más jotera a como la recordaba, sí, pero ese no era el detalle principal, sino que... había algo que no cuadraba con él; no tanto por "el ideal" suyo que formé en mi mente, eso ya era esperado, sino que de hecho ALGO tenía.

Yo iba por delante, indicando el camino (él nunca había visitado ese bar), hasta que FAS, me interceptaron en la entrada un grupo de personas... era el dueño y su staff. Pensé "valiendo ma... está cerrado", cuando el dueño me preguntó si habíamos hecho reservación, (lo cual sólo incrementó mi nervio), contesté que no, pero él le indicó a un mesero que nos señalara una mesa para dos. Me salvé.

Pedimos algo y, pronto, hablamos de donde nos conociamos. Él preguntó, yo respondí. Revelé nuestro amigo en común, cosa que a él no le pareció muy bien (o al menos eso detecté, pues al parecer la RubiaJotilla, recuérdenla de mi historia inicial de esta saga, había sido su novio por un mes).

Luego ya, se "relajó" el tema y me dijo "claro.... eras tú... jamás lo habría pensado. ¡Qué curioso! Te conozco el mismo día que conocí a mi ex". Yo quería decirle "y desde ese día te amé, pero lo preferiste a él" pero supuse que era demasiado para una primer cita.

Estuvimos platicando muy agusto, inmediatamente bromeamos, salieron temas de interés mutuo, desde películas, filosofía, joterias vanales y claro, chascarrillos homosexuales divertidos.

Empezó a contarme cómo le había ido en vacaciones familiares de hace unas semanas, cuando noté que en efecto estaba hablando muy P A U S A D O.  Debió notar mi mirada de desconcierto pues entonces me dijo  "P e r d ó n.  T e   s e r é   s i n c e r o,  t o m é   u n a s   b e b i d a s   a n t e s  d e   v e n i r. "

Era eso... el chico que ríe estaba ligeramente tomado, en parte por una reunión familiar que había tenido y en otra, porque estaba algo nervioso de conocerme. Me extrañó, pero no me desagradó. De alguna forma, puesto que siendo yo, Papamio, un chico que gusta de la beberecua, lo entendí. In all fairness... I also had a couple of drinks before coming over.

La noche fue muy agradable. Sentí una conexión positiva con él. El chico que ríe, hacía eso justamente, reía. No todo era perfecto claro, me confesó que su estilo de hombre ideal era Zac Efron, rubios de cuadritos y tal... para los que me conocen saben que Papamio, aunque guapo, coqueto y hermoso, no tiene un parecido inmediato con Zac Efron.
Además, él se distrae fácilmente con la gente, le gusta verlos, "tijerearlos" (comentar sobre cómo caminan, visten, o hablan), encima de que él, es "popular", es decir, conoce muchas personas que de inmediato lo saludan.

Por último, me contó algunas historias sobre ser "Mala copa", cosa que aparentemente le sucede mucho.

En fin. Me divertí, me gustó y yo deseaba seguir esta historia.

Fui directo, aunque ya copeados me decidí preguntarle.

- "Este soy yo... ¿qué opinas? ¿hay posibilidad?"

- "Papamio... soy sincero. No eres mi tipo. Pero luego de estar contigo hoy... no veo razón por la cual no seguir saliendo contigo."


(Hubiera sido mejor que dijera "me gustaría seguir saliendo", pero bueno... it's something, and I'll take it).







2 ene 2015

Beach's d(g)ays.

Hace tiempo el buen Papamio se escapó y pasó algunos días en la playa.

Aunque fue por relajación y tranquilidad, el ojo coqueto estuvo al tanto de lo que pasaba, de loq ue acontecía. Si bien, no hubo encuentros gays, sí se despertaron viejas fantasías y surgieron nuevas. Las describo breve y simpáticamente.


BellBoy:

Como se dice  en las fiestas universitarias "llegando y chupando" (es decir, bebiendo), Papamio "llegó y joteó".  El Bellboy que me atendió era un dulcesillo efebesco.  Moreno de piel, chaparrito, ojo pispireto y un trasero de ensueño, el joven Bellboy, de nombre Rodrigo, me saludó muy feliz. Cierto es que es parte de su trabajo, pero en su atención, Papamio se regodeó.

Nos saludamos, me atendió, enseñó la habitación y yo, por mi parte, le miré con lascivia y coquetería juvenil, aprovechando roces para tentar el traserillo y claro, al despedirnos, extender el contacto un par de segundos más para que se diera cuenta que conmigo "le iba bien".

Aunque no lo vi más que un par de ocasiones, me recordó la experiencia que tuve con otro bellboy en un hotel de sudamérica, donde yo estaba coqueteando y el muchacho, me malinterpretó y en lugar de armar la besanga, me pasó un par de teléfonos de prostitutas. Ya se los contaré en otra ocasión.

Straight-Gringo?

Otro de mis coqueterías fue con un muchacho de alrededor de 24 años, blanquito, pelito en pecho, barbita incipiente, ombligo pasional... Con él sí. Lo que quisiera y lo que me diga.
Iba con un par de amigas (¿novia?) y con otro amigo (fuckbuddy?).  Lo que me despertó la pasión absoluta fue cuando lo escuché hablar, con voz ligeramente grave y feliz, que le pidió a una de las chicas que le pusiera bloqueador solar, pero ella estaba dormida broncéndose.  Por alguna razón no se lo pidió a la otra, sino que su amigo (un chico mayor, robusto y barbón fuerte) le dijo que él se lo pondría.
Hubo una broma entre ellos que no alcancé a escuchar, pero al ver cómo el chico mayor untaba aceites por la espalda juvenil del gringo sexy, pues Papamio se emocionó. Mayor excitación cuando terminaron la escena entre risas y se colocó un chacleco salvavidas... el joven iría de "parachuting", es decir colocarse un paracaídas y ser arrastrado por una lancha para ganar velocidad y altura y ver el mar desde lo alto.
Al estar cerca de mi el lugar de las lanchas y parachuting... solo pude ver cuando le amarraban el arnés por la entrepierna, marcando un bulto simpático y bien delineado.


One on One Twins:

Lo confieso. Alguna vez he tenido fantasías con gemelos. Siempre me había preguntado cómo son esas relaciones. Dicen que piensan similar o que tienen actitudes muy parecidas. Pero qué pasaría si uno de los gemelos es gay... ¿el otro también?

Esta pregunta me vino a la mente cuando una familia nórdica quizá (supuse que su idioma era holandés o qué se yo) se sentó a comer en la mesa frente a mi.

Ojo azul clarito, pelo trigueño cobrizo, nariz respingadita, y traserillo levantado... así eran los gemelos. Pero lo divertido del asunto, es que uno de ellos hablaba en lo que me parecía un "pitch" más agudo, más... "flamboyant".

No, no me juzgue lector. Es que un papamio solo quiere ver el lado joteril de la vida.

Uno de los gemelos "se veía pasivón", medio gay, medio con pluma y tacón. Hasta se sentó junto a su mamá. Mientras que el otro gemelo se veía más seriesón, ligeramente más masculino y centrado.

Al verlos solo podía pensar... "Activo y pasivo seguros" *truena los dedoss*