El regreso de aquellos...

Existe un bar que frecuento seguido. Un trato bien genial, ambiente relajado, buenos tragos... en fin.

El caso es que estaba echándome mis tragos elevados con mis compañeros de salida (un judío y un sujeto que apenas conocí esa noche, pero que muy relajado y buena onda) hasta que llegaron dos chavos y dos chicas...

Las voces se me hicieron conocidas, pero no voltee a ver de quién se trataba. Seguimos con esas movidas un rato, hasta que el sujeto nuevo que apenas conocí, fue saludado por las chicas, mismas que casualmente se habían colocado en la mesa detrás nuestro.

La chica, joven, de unos 18, se acercó a saludar y nos sonrió con unos gestos que lo hacen pensar a uno "esta tiene una doble agenda". Le sonreimos de regreso... ella a su mesa, nosotros a la nuestra. Risas, escándalo, babosadas de nuestra parte, la otra mesa sólo se reía y "paraba la oreja" para escucharnos.

Luego de un rato, regresó con nosotros "ay mejor venimos por que acá traen toda la fiesta" y se sientan con nosotros, las dos chicas y los chavos.

Ay papamio! que las ciudades son pequeñas y todos conocen a todos, los seis grados de separación aquí son de dos, máximo. Pues que los chavos, eran nada más y nada menos que "el ojitos bonitos" y el otro wey que no recuerdo su apodo.

Así es, los mismos chicos con los que aquel inicio de año nuevo, Papamio! jugó escondidas universitarias, yo nunca, y juegos de tomadera que llevaron a todos a una serie de toqueteos y fajoneos.

Y ahí estaban ellos. Nos reconocimos, yo sé, pero nadie dijo nada. Habían pasado un par de años desde esa vez... y sin embargo, existía esa tensión de "lo sabemos, pero fingimos que no". Ay, cómo explicarle al Judío eso que estaba pasando?

La única salida conveniente fue el humor y la tomadera. Apodos al aire, frases españoladas y divagaciones. Hasta que se les acaba el dinero, y nos quieren pedir y que "les invitemos" una. Pero fingimos no escucharlos y seguimos bromeando, hasta que ya, los niños se retiran a casa.

Los vi de nuevo hace algunos días, mismo lugar, mismas personas, pero en ánimos propios diferentes.


Seguro los veré next time.
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